En post anteriores hemos abordado los peligros del sol para nuestra piel y la importancia de la conveniente protección solar para evitar la aparición de quemaduras y la aparición de futuros cánceres de piel.

Los ojos pueden sufrir molestias y enfermedades en verano si no seguimos una serie de recomendaciones, el sol, el agua de piscinas y aires acondicionados, pueden comprometer la salud ocular.

Existen grupos de riesgo que tienen que extremar las precauciones: Niños, personas mayores, personas sometidas a cirugías oculares, personas que trabajan al aire libre.

Con la época estival llegan las vacaciones , los días de sol y las altas temperaturas invitan a pasar horas de ocio, largas jornadas en piscinas, playas, montaña, practicar deportes al aire libre que en otros momentos del año no podemos llevar a cabo, es por ello, que es necesario extremar la precaución en determinadas situaciones para poder disfrutar de un verano saludable.

En éste post os damos una serie de consejos sobre los aspectos a tener en cuenta para evitar que el verano nos juegue una mala pasada.

Todos en determinadas épocas o situaciones hemos padecido estados de cansancio, debilidad, fatiga e incluso sensación de agotamiento.

Se manifiesta como un estado de debilidad física al realizar actividades normales y cotidianas que en principio no deberían producir éste estado.

Son muchas las situaciones que pueden derivar en la aparición de estos síntomas:

El número de personas afectadas  de alergias estacionales no deja de crecer cada año, y con la llegada de la  primavera cuando las temperaturas suben, en la farmacia las consultas sobre esta patología se multiplican.

El responsable de las alergias estacionales es el polen de distintas plantas, dependiendo de su naturaleza las alergias se padecerán en un momento u otro dependiendo del periodo de polinización de la especie a la que se es alérgico.

La alergia es una respuesta exagerada del organismo ante la presencia de un alérgeno (en este caso polen), que no afecta al resto de individuos.

La costra láctea genera numerosas consultas los primeros meses de vida del bebé en la oficina de farmacia.

Una afección muy común, que si bien, afecta sobre todo al aspecto estético, es necesario paliar para prevenir posibles complicaciones futuras.

¿QUE ES LA COSTRA LÁCTEA?

Se trata de una afección cutánea descamativa que se localiza en el cuero cabelludo de los bebés, puede extenderse a otras zonas como cejas, párpados, nariz, etc.