El contacto permanente con mamás y futuras mamás nos permite en la oficina de farmacia vincular  nuestro consejo no sólo a la curación de enfermedades, sino también, a la promoción de la salud y prevención de la enfermedad.

El óptimo estado nutricional de la futura gestante es de vital importancia para que el embarazo discurra con normalidad.

Asegurar una alimentación variada, completa y equilibrada en macronutrientes y micronutrientes, es asegurar un punto de partida saludable para afrontar todos los cambios fisiológicos y cubrir la demanda de nutrientes en el embarazo.

En el estado inmediatamente anterior a la concepción (preconcepcional) toda mujer debería prestar atención  a su estado nutricional y abandonar hábitos de vida poco saludables, como alcohol, tabaco, dietas restrictivas, dietas milagro (el milagro consiste en quién se salva de enfermar), etc.

No hay que olvidar que toda mujer fértil es una gestante en potencia.

¿Que factores determinan nuestro estado nutricional previo?

Hay muchos factores a considerar para saber exactamente de donde partimos:

Estas situaciones pueden comprometer las reservas de nutrientes que son esenciales para afrontar un embarazo con éxito, por tanto, es necesario vigilar y reponer cuando sea necesario las deficiencias encontradas:

Recomendaciones: Líquidos, macronutrientes y micronutirentes (vitaminas y minerales):

- Ingerir líquidos, aproximadamente 2-2,5 litros al día, fundamentales para una óptima hidratación.

- Tomar las raciones recomendadas de macronutrientes:

1)  Proteínas de origen animal y vegetal, que además de su función estructural, son importantes por su funciones inmunológicas, enzimáticas y hormonales.

0,8-1 g/kilo de peso/día

2) Hidratos de Carbono: Aseguran la demanda energética de nuestro organismo y la fibra para favorecer el adecuado tránsito intestinal.

La energía aportada por H de C: 50%-55%

3) Lípidos: Fundamentalente aportan energía. Se deben limitar las grasas saturadas e inclinar la balanza hacia los ácidos grasos esenciales: omega-3 y omega-6 y las grasas poliinsaturadas e insaturadas.

La energía que aporten a nuestra dieta estará en torno al 30%.

- Micronutrientes: Vitaminas y minerales son especialmente importantes en este estado previo al embarazo.

• Vitamina A: Correcta anidación del óvulo fecundado.
• Vitamina D: Regula el metabolismo de Calcio y Fósforo.
• Vitamina E: Antioxidante, regeneración de tejidos.
• Vitamina C: Mejora las defensas, participa en la absorción de hierro, formación de tejido conectivo.
• Vitamina B6: Metabolismo de proteínas.
• Vitamina B12: Formación de células sanguíneas y del sistema nervioso.
• Vitamina B9 ( Ácido fólico): Indispensable para prevenir anemias en el embarazo y como profilaxis de defectos en el tubo neural ( espina bífida y anecefalia) del feto. 
• Calcio: Es necesario en este periodo conseguir una máxima retención de Calcio, para mineralizar el esqueleto del feto.
• Hierro: Formación de glóbulos rojos, componente funcional de Hemoglobina y Mioglobina. Hay que vigilar los valores de hierro por la alta incidencia de anemias en el embarazo.
• Zinc: Implicado en la replicación de ácidos nucleicos. Su déficit puede ocasionar crecimiento intrauterino restringido, partos pretérmino, alteraciones de la conducta y capacidad para el aprendizaje.
• Yodo: Básico para el desarrollo neuronal.